12.000 PERSONAS: ¡IMPRE-Z-IONANTE!
José Luis Rodríguez Zapatero ofreció ayer todo su apoyo a la Junta de Extremadura para que la región tenga finalmente la refinería de petróleo que el Grupo Gallardo quiere construir en el sur de la región y que en la actualidad se encuentra pendiente de recibir el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente.



Feminista.
Ya en clave nacional, Zapatero incidió sobre las líneas argumentales que han presidido toda su campaña. Tal y como se preveía, puso un especial énfasis en captar el voto femenino. «Soy feminista», llegó a decir. Aseveró que su mayor deseo es que el próximo domingo ganen las mujeres. «Lo que más nos ha cambiado en los últimos 20 años ha sido el aumento de derechos para ellas», comentó, incidiendo también en que «al pleno empleo y a la igualdad entre hombres y mujeres lo único que le faltan son cuatro año más.También se empleó a fondo en otro de sus mensajes centrales, luchar contra la abstención: «Hay que hacer que el sentir mayoritario sea el voto mayoritario». Enfrentó los avances sociales de la última legislatura con el «miedo y el insulto» que propone el Partido Popular. «A cada insulto respondo con una propuesta. Nunca insultaré a nadie por respeto a la gente». En este sentido, llegó a citar cinco veces el incremento del salario mínimo interprofesional que ha llevado a cabo su Ejecutivo. También destacó las
pensiones, la vivienda protegida y el aumento de los derechos como ejes fundamentales de su mandato.

Industrializar.
Zapatero retomó el asunto de la refinería cuando ya Fernández Vara lo había sacado antes a colación. El presidente de la Junta pidió la «compañía del Gobierno de España» para industrializar a la región con proyectos como el de la refinería. De la misma manera, también se refirió a la central nuclear de Almaraz, de la que dijo que si finalmente el Gobierno decide su continuidad «será preciso hablar sobre cómo se compensa a Extremadura» por ello. Sin salir de la economía, Vara repitió su conocido argumento de que «El futuro de Extremadura está en nuestras manos», si bien «aún necesitamos del Gobierno central». Esa ayuda se concreta también en el impulso a la construcción del AVE o que Cáceres sea capital cultural europea.Vara 'confesó' que prefiere que gane el PSOE, entre otras razones, para negociar la reforma de la financiación autonómica con Solbes y no con Pizarro. A éste último le exigió que presente disculpas públicas por sus declaraciones sobre Extremadura.
Dos derechas.
Finalmente, el todavía secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, centró sus palabras en la dicotomía que existe -a su juicio- entre «la derecha política» (el PP) y la «derecha sociológica», el grueso de los votantes de este partido, «que tienen todo el derecho a pensar como quieran». Para él, mientras que el votante conservador ha evolucionado con la sociedad en los últimos años, los dirigentes se han quedado «en la extrema derecha». Cerró su discurso asegurando que «el futuro de mi tierra se llama Guillermo Fernández Vara y José Luis Rodríguez Zapatero».
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