jueves, 6 de marzo de 2008

MITIN EN BADAJOZ

12.000 PERSONAS: ¡IMPRE-Z-IONANTE!


José Luis Rodríguez Zapatero ofreció ayer todo su apoyo a la Junta de Extremadura para que la región tenga finalmente la refinería de petróleo que el Grupo Gallardo quiere construir en el sur de la región y que en la actualidad se encuentra pendiente de recibir el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente. El presidente del Gobierno aseguró que «Guillermo [en referencia a Fernández Vara] sabes que cuentas con mi apoyo para poner en marcha la refinería, y para crear empleo, industria y riqueza». De la misma manera, también brindó su colaboración para que «Extremadura sea un ejemplo de convivencia», para que Badajoz tenga el anunciado centro de investigación sobre energías renovables, «que será una referencia en España y en el mundo», y para «inaugurar la alta velocidad» cuando esté finalizada. También habló de apoyar que la región tenga eco cultural, aunque no se refirió expresamente a la carrera de Cáceres por ser capital cultural europea. Cuando apenas quedaban tres días para que acabe la campaña electoral, Zapatero se dio un auténtico baño de masas en el pabellón de La Granadilla de Badajoz. Según los organizadores, asistieron 12.000 personas. Las políticas sociales fueron el eje central de su intervención, aunque tuvo varios guiños para Extremadura. Por ejemplo, recordó que en uno de los gráficos que mostró en el debate con Rajoy del pasado lunes se demuestra que Extremadura es una de las regiones que más ha acercado su renta a las más ricas en los últimos cuatro años, algo que le llena especialmente de orgullo. Vinculó esta circunstancia con el desarrollo del 'Plan Extremadura' y con la labor de los dirigentes extremeños, en especial de Rodríguez Ibarra. En esta línea, se comprometió a que «Extremadura sea una de las regiones que más crezca económicamente de Europa, por encima de la media de la UE».Quizás también pensando en el escenario en el que se encontraba, hizo varias referencias a la cohesión territorial de España, algo que -aseguró- está garantizado con él cuatro años más en La Moncloa. En esta línea, criticó duramente al número 2 del PP por Madrid, Manuel Pizarro, por asegurar, según él, que Extremadura es una región subsidiada. «Quien dice eso no sólo no tiene corazón, además es que no tiene ni idea de lo que es España ni lo que es la economía». En esta línea, también destacó que en la democracia española «nadie agacha la cabeza ante nadie».
Feminista.
Ya en clave nacional, Zapatero incidió sobre las líneas argumentales que han presidido toda su campaña. Tal y como se preveía, puso un especial énfasis en captar el voto femenino. «Soy feminista», llegó a decir. Aseveró que su mayor deseo es que el próximo domingo ganen las mujeres. «Lo que más nos ha cambiado en los últimos 20 años ha sido el aumento de derechos para ellas», comentó, incidiendo también en que «al pleno empleo y a la igualdad entre hombres y mujeres lo único que le faltan son cuatro año más.También se empleó a fondo en otro de sus mensajes centrales, luchar contra la abstención: «Hay que hacer que el sentir mayoritario sea el voto mayoritario». Enfrentó los avances sociales de la última legislatura con el «miedo y el insulto» que propone el Partido Popular. «A cada insulto respondo con una propuesta. Nunca insultaré a nadie por respeto a la gente». En este sentido, llegó a citar cinco veces el incremento del salario mínimo interprofesional que ha llevado a cabo su Ejecutivo. También destacó las pensiones, la vivienda protegida y el aumento de los derechos como ejes fundamentales de su mandato.
Industrializar.
Zapatero retomó el asunto de la refinería cuando ya Fernández Vara lo había sacado antes a colación. El presidente de la Junta pidió la «compañía del Gobierno de España» para industrializar a la región con proyectos como el de la refinería. De la misma manera, también se refirió a la central nuclear de Almaraz, de la que dijo que si finalmente el Gobierno decide su continuidad «será preciso hablar sobre cómo se compensa a Extremadura» por ello. Sin salir de la economía, Vara repitió su conocido argumento de que «El futuro de Extremadura está en nuestras manos», si bien «aún necesitamos del Gobierno central». Esa ayuda se concreta también en el impulso a la construcción del AVE o que Cáceres sea capital cultural europea.Vara 'confesó' que prefiere que gane el PSOE, entre otras razones, para negociar la reforma de la financiación autonómica con Solbes y no con Pizarro. A éste último le exigió que presente disculpas públicas por sus declaraciones sobre Extremadura.
Dos derechas.
Finalmente, el todavía secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, centró sus palabras en la dicotomía que existe -a su juicio- entre «la derecha política» (el PP) y la «derecha sociológica», el grueso de los votantes de este partido, «que tienen todo el derecho a pensar como quieran». Para él, mientras que el votante conservador ha evolucionado con la sociedad en los últimos años, los dirigentes se han quedado «en la extrema derecha». Cerró su discurso asegurando que «el futuro de mi tierra se llama Guillermo Fernández Vara y José Luis Rodríguez Zapatero».

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